Escucha el cuerpo a través del shiatsu
En el post anterior te hablaba del kung-fu del shiatsu, cómo es una sesión de shiatsu y qué enfoque tiene esta técnica japonesa tan efectiva.
La gente de hoy vivimos a un ritmo extremadamente vertiginoso. Nos han enseñado que debemos hacer y hacer y seguir haciendo, a trabajar duro y a desgastarnos. A continuar incluso a base de fármacos para anestesiar el dolor, el malestar, el cansancio. Hemos entrado en un espacio donde nos desconectamos de nuestro cuerpo. El cuerpo no sólo como en la parte física, sino como una entidad donde albergamos los pensamientos, emociones, sentimientos, percepciones, intuiciones. El cuerpo como un espacio en el que suceden miles de millones de transformaciones en cada instante para poder hacer frente a nuestro día a día. ¿Y qué relación tenemos con ese “nuestro cuerpo”?
Si pensamos fríamente estamos más atentos al mantenimiento de nuestro coche/moto, móvil/ordenador que de nuestro propio cuerpo. Él constantemente nos da señales para guiarnos a tener mejor bienestar.
Como bien sabrás el coche enciende sus lucecitas de aviso y nos avisa para cuando necesitamos el cambio de aceite, la presión de los neumáticos, si la luz está fundida, o incluso nos avisa por si estamos a punto de chocar con alguien otro o si nos detecta que estamos cansados. Otro trasto que lo mantenemos mucho al día es el móvil, para poder utilizarlo correctamente nos pide actualizaciones y muchos de nosotros lo tenemos activado automáticamente. Fíjate que por estos instrumentos que utilizamos casi todos los días procuramos mantenerlos al día y actualizados para que nos duren más tiempo y no tengamos que hacer un gasto extra o adquirir uno nuevo. La pregunta que deberíamos hacernos más a menudo quizás sería:
¿Esa es la prioridad que damos a nuestro cuerpo?
Tratamos nuestro cuerpo sin tomar conciencia de lo que realmente nos pide. Vamos con el sistema automático por ser un eficiente consumidor de la sociedad actual. Desconectado de nosotros mismos y de la naturaleza. Adictos a la hiperactividad, a sustancias que inhiben el dolor para poder seguir trabajando y tener una vida social activa. Y después nos sorprendemos que sufrimos disfunciones orgánicas, estrés, insomnio, ansiedad, dificultad respiratorias, disfunciones cardíacas, renales, disfunciones menstruales y de fecundación.
Nuestro cuerpo nos mantiene vivos haciendo grandes esfuerzos en mantener el equilibrio interno. Lo hace acumulando toxinas que no le permitimos eliminar, por lo que consumimos, cómo lo consumimos y cuándo lo consumimos. Nos mantiene activos redirigiendo la energía en función de la necesidad más inmediata que le exigimos, sin dar espacios de regeneración y recuperación, esta exigencia nos lleva a una única consecuencia, nos vamos debilitando, envejeciendo prematuramente y enfermando repentinamente.
El shiatsu es una técnica muy especial que trabajar punto por punto cada parte de tu cuerpo. Esto te permite reconectar y reconciliarte con el lenguaje de tu cuerpo.
El shiatsu permite a través de las presiones y manipulaciones que se realizan, desbloquear zonas que por la desatención y falta de mantenimiento han ido quedando sin suministro energético y nutricional.
Cada parte de tu cuerpo, al recibir shiatsu, se reconoce como atendida y escuchada, se siente asistida como si fuera una entidad externa. Tú serás consciente de cómo está cada punto de tu cuerpo, observarás zonas que posiblemente nunca te hayas tocado o simplemente no te hayas detenido un momento para atenderla. ¿Qué le ocurre? ¿Cómo está?
Como ya te he comentado en el primer post, el shiatsu trabaja también mediante la medicina china y utiliza los conocimientos de los meridianos o sus canales energéticos. Así estos canales reciben asistencia para reactivarse y optimizar su funcionamiento, para poder atender a las solicitudes que pides en tu cuerpo.
Te recuerdo que tu cuerpo no es sólo la parte de carne y hueso. Tus pensamientos, emociones, sentimientos son uno con tu vehículo corporal, generan disfunciones tanto o más drásticas que una mala posición corporal, una alimentación no saludable o un exceso de tóxicos ya sean fármacos, alcohol, tabaco,…
Con este texto quiero hacerte reflexionar en algo. El cuerpo humano es increíblemente perfecto. Y con nuestras actitudes, pensamientos nocivos, vicios y desatención lo ponemos al límite, sin embargo, él responde.
Si consideraras el cuerpo como un objeto de valor estratosférico, un coche de gama alta, una casa increíble, seguro tendrías un seguro, lo mantendrías impecable, harías las revisiones y los mantenimientos que fueran necesarios.
Y siente tu cuerpo el bien más preciado que uno puede tener, ¿por qué no lo haces? ¿Piensas que viviendo en el límite es una manera de vivir? Entonces, tener ansiedad, estrés, enfermar, son opciones que decides vivirlas más habitualmente.
Recibir shiatsu como sistema de prevención y mantenimiento del bienestar es una opción como terapia. También te recomiendo una nutrición adecuada a ti ya las distintas etapas de la vida que se van transitando. Ejercicio suave como el taiji o qiqong que reequilibra nuestros canales energéticos y mejora la nutrición y flexibilidad de nuestro cuerpo físico. Son importantes y esenciales las meditaciones a ser posible guiadas (sigue a @medita__vida por instagram).
Y dedicarte tiempo para distraerse y estar contigo desconectado de móviles y otras distracciones.
Recuerda que una vez nos reconectamos a nosotros mismos, sentimos claramente les conviene en cada momento. Recuparemos la serenidad mental y emocional. Reaparece el empoderamiento físico, mental, emocional, energético y esencial de nuestro gran potencial.
¿Y tú quieres darte la oportunidad de vivir más saludablemente y con armonía con tu cuerpo? Te espero a shiatsu girona.