El kung fu del shiatsu
En el post anterior te definía qué es el shiatsu, su origen y cómo es la visión en el espacio de salud y bienestar de Shiatsu Girona.
Para recibir shiatsu, te recuerdo que no es necesario llegar a la disfunción de algún órgano o sistema, tampoco es necesario llegar a contracturarnos ni vivir incomodidades sostenidas en el tiempo. Aunque si es tu caso, deberíamos vernos pronto.
El shiatsu es y será tu aliado en prevenir y mantener una calidad de vida buena y disfrutar de tu día a día, ya sea en el trabajo, en familia, haciendo tus hobbies o simplemente estando y descansando en algún lugar que te aporte calma.
El shiatsu se adapta a cualquier situación y circunstancia que tenga el paciente. Es una técnica que se puede recibir en 3 formatos (futón, litera, silla). Otra particularidad que tiene esa técnica japonesa, dado su origen, es que se recibe con ropa. Ya sea de una manera directa, el receptor va vestido con ropa cómoda (pijama, chándal, …), o en caso de que prefiera estar más ligero de ropa, se cubre al paciente con una sábana de algodón para poder trabajar encima del tejido.
Y la pregunta que la mayoría se hace,… ¿Y cómo se puede percibir las contracturas o dolencias que tiene el cuerpo a través de un tejido? La verdad que en mis inicios me planteaba también esta pregunta y la verdad que con el tiempo se agudiza la sensibilidad de los dedos hasta percibir las contracturas o desviaciones que pueda tener el cuerpo a través de cualquier tejido.
El tiempo y la dedicación son fundamentales para agudizar cualquier sensibilidad y disciplina. En chino existe un término que todo el mundo conoce que representa este concepto de tiempo y dedicación, se llama kung-fu.
Una vez la persona está preparada para recibir una sesión de shiatsu, existen dos formas en que se puede proceder. Una es haciendo un pequeño interrogatorio por el motivo de la consulta, qué síntomas tiene el receptor, hacer la observación adecuada del cuerpo, de la lengua, del pulso, lo que se dice hacer una anamnesis. Esta versión es un enfoque on-line de la medicina tradicional china. La otra forma de hacer, que aplico a menudo, es la de hacer pocas preguntas y muy básicas y dejar que las manos sin intervención mental hagan lo que mejor saben hacer… sentir y percibir. ¿Sabías que las puntas de los dedos de la mano es una de las zonas con mayor sensibilidad del cuerpo humano?
El paciente se coloca inicialmente mostrando la espalda y se inicia la terapia por la parte YANG del cuerpo, se inicia por la coraza posterior donde se acostumbra a cargar el peso de una mochila imaginaria, que la mayoría transportamos todos los días arriba y abajo.
Se acostumbra a transitar de la cabeza al pie, pasando primero por la zona izquierda y después toda la zona derecha. Damos la vuelta y procedemos pierna y brazo izquierda Y se sigue haciendo lo mismo en el lado derecho. Finalmente ya vamos a cervicales, el torce, el abdomen y podemos terminar en la cabeza. Éste sería un recorrido básico y de mantenimiento. Cuando expreso que se acostumbra es que cada cuerpo pide diferentes recorridos y el propio cuerpo en diferentes momentos solicitará diferentes intervenciones. Estamos en constante cambio y el shiatsu se adapta a cada momento y cada cuerpo.
Una vez explicado el recorrido, se encuentra el fascinante mundo de las presiones. Y aquí el shiatsu es donde expresa su gran potencial y su eficacia. Para explicarlo de una forma amplia, diré que hay cuatro formas que tiene el cuerpo de recibir lo que se le está haciendo. Tres percepciones que tu cuerpo te va a dar, de las que por ser sincero hay momentos que se conviene entre ellas generando múltiples sensaciones.
Una de ellas es la presencia, sientes mi mano contactando con tu cuerpo y sintiendo cada presión de mi dedo en una zona concreta sin sentir algo especial (no dolor, no pinchazo,…).
El otro lo llamo conexión, sientes como aquella presión con el dedo se transforma en pinchadita. Un pinchito suave y efímero, que te muestra las zonas de tu cuerpo bloqueadas. Sientes cómo se deshacen las tensiones acumuladas, como el auxilio que pedía tu cuerpo está atendido.
La compensación es una de las sensaciones más especiales que te transmite una sesión de shiatsu.
Se inicia la presión, sientes un estímulo parecido a un dolor sordo, apagado y al mismo tiempo sientes cómo está liberando esa zona, aparece una sensación agradable y de alivio. Hay personas que me han llegado a describir el recorrido de un meridiano sin tener conocimiento. Tu cuerpo reconoce de nuevo el bienestar. Sientes como el fluir del Qi nutre y compensa el tiempo vivido sin vitalidad.
Una última sensación que quiero transmitirte que se puede llegar a dar en shiatsu, es justamente la que como terapeuta de shiatsu, procuramos evitar. Como decía en el post anterior de presentación, huimos de buscar o encontrar la sensación de dolor irritante, el SI PICA CUIDADO. Esta percepción, a diferencia de las demás, es que es irritante y desagradable, se queda sostenida durante un rato después de haber manipulado el punto.
El shiatsu es una técnica que colabora en el bienestar de la salud del paciente. Busgenerar una relajación lo más profunda posible para acompañar en el proceso de curar que tiene el propio cuerpo.
El recorrido que se realiza en la sesión de shiatsu, trabaja a nivel muscular, fascia y articular. También existe un trabajo a nivel orgánico, movilizando intestinos, liberando tensión diafragmática, repercutiendo en generar una cadencia más lenta del sistema cardio-respiratorio. Este trabajo orgánico se originó en gran medida al recorrer el circuito de los meridianos descritos en la medicina china.
Más adelante iré publicando más posts sobre que son estos meridianos y cómo podemos mantenerlos libres y fuertes.
Así, el shiatsu tiene un sistema de aplicación muy básico y rudimentario. Basta con agudizar e incrementar la sensibilidad a las gemas de los dedos de la mano, tener conocimientos anatómicos y en medicina tradicional china. Aunque también te diré que la experiencia es un bien preciado y ésta junto con el conocimiento sería el kung-fu del shiatsu.